Psicoterapia para adultos

Despierta y vive

¿Te reconoces?

A menudo recibo en terapia a personas que sienten un gran vacío interior, sienten tristeza u otras emociones que no son acordes con la situación presente… Sienten ansiedad, tienen pocas ganas de hacer cosas, dificultad para dormir, dependencia de relaciones de pareja o familiares, consumo de sustancias dañinas, problemas de alimentación, personas que tienen dificultad para controlar su rabia, dolores físicos, que se sienten que no son suficientes, que van en modo automático desconectándose de sí mismos

Te Acompaño

En ocasiones la primera opción es acudir al médico para descartar alguna patología física. Afortunadamente cada vez existe más conciencia de que el cuerpo está totalmente conectado a lo que sentimos y pensamos y que es a través de los síntomas físicos cuando nos dice que tenemos que parar y ver qué te sucede. Al confirmar que no tiene que ver con nada físico suelen recomendar acudir a terapia para ver qué les sucede.

  Quizás te identificas con alguna de estos síntomas… Es importante que sepas que esta sintomatología te está avisando de que hay algo del pasado, del presente o del futuro que no está funcionando. Quizás se pueden poner parches que a corto plazo pueden aliviar el malestar, como medicación, uso de pantallas, consumo de alcohol, mirar para otro lado como si no estuviese pasando… Desafortunadamente estas vías pueden servir a corto plazo, pero a largo plazo va a acabar saliendo lo que hay en el fondo.

   Con la terapia vamos a querer indagar en qué está pasando para que haya ese malestar, esa sintomatología que tanto molesta. Para ello es importante crear un espacio seguro en el que puedas sentirte en confianza para explorar con curiosidad y expresar, de una forma honesta, aquellos aspectos pasados, presentes o futuros que no se sienten bien para ti y  que no van en coherencia contigo. 

Es el momento de empezar a conocerte, a entender cómo lo vivido ha podido influirte hasta llegar aquí y cómo eres en el presente, para que puedas tomar las riendas de tu vida y despertar. Es hora de dejar de sobrevivir y empezar a vivir. 

¿Cúal es mi enfoque?

Aquí te describo los pilares en los que baso mi intervención.

Cuerpo y mente

El cuerpo es el gran olvidado de la terapia, hasta ahora.
Cada vez está más demostrado que si no te trabaja teniendo en cuenta el cuerpo la terapia no es efectiva.
Esto se debe a que existen memorias implícitas que se activan en ciertos momentos y que si no tomamos conciencia de ello se seguirán activando sin dejarnos avanzar.

EMDR

Este enfoque es la base de mi práctica clínica.
Prioriza la relación terapéutica a través de tres actitudes básicas: la aceptación incondicional, la empatía y la congruencia.
Confiamos que cada persona, si se le provee del espacio terapéutico adecuado, en el que vamos a conocer en profundidad a la persona, a partir de sentirse sentida y aceptada es cuando va a tender al crecimiento y alcanzar el bienestar.

Trauma

Nos referimos a aquellas experiencias dolorosas que vivimos y las cuales tienen un impacto en nosotros.
A partir de estas experiencias (Ej. Pérdidas, conflictos, abusos sexuales, bullying...) comienza a surgir una serie de sintomatología antes mencionada que si no atendemos cada vez irá a más. .

Enfoque Centrado en la Persona

Este enfoque es la base de mi práctica clínica.
Prioriza la relación terapéutica a través de tres actitudes básicas: la aceptación incondicional, la empatía y la congruencia.
Confiamos que cada persona, si se le provee del espacio terapéutico adecuado, en el que vamos a conocer en profundidad a la persona, a partir de sentirse sentida y aceptada es cuando va a tender al crecimiento y alcanzar el bienestar.

Psicoterapia Sensoriomotriz

Todo lo que vamos viviendo se va quedando impregnando en nuestros en forma de sensaciones corporales, de recuerdos...
Estas sensaciones asociadas a las experiencias traumáticas pueden surgir en el presente en forma de depresión, reactividad, sensación de peligro aunque no exista en el presente...sintiendo que son respuestas desproporcionadas a la situación presente.
“Yo no quiero volverme como una fiera pero no puedo controlarlo”

Apego

Cuando nacemos necesitamos de un otro para sobrevivir. Estas primeras relaciones de vital importancia en nuestro desarrollo, ya que son las que nos enseñan a vernos a nosotros mismos, a los otros y a cómo vamos a relacionarnos con el mundo.
Por ello, es muy importante tomar conciencia de cómo fueron estas primeras relaciones y cómo han podido influirnos como personas, a la hora de relacionarnos con nuestras parejas, a la hora de criar...